Acabados

• Paredes de cal blanca, que reflejan la luz y mantienen los interiores más frescos.
• Zonas de sobras, con techumbre de madera, caña o fibras vegetales, son soluciones ecológicas para proteger del sol exteriores donde se realizan tareas cotidianas.
• Suelos de terracota o empedrados.
Mobiliario

• Asientos de obra, una solución duradera y económica para crear una zona de descanso exterior o ampliar un comedor de verano.
• Muebles de madera o fibras, muy resistentes para mobiliario exterior, no requieren mantenimiento y consiguen un look rústico-chic.
• Muebles de forja, sobre todo sillas y mesas, son también una opción muy popular en este estilo.
Complementos

• Cojines a rayas o de rafia son también muy típicos de este estilo y añaden una nota de color.
• Vasijas de cristal coloreado, agrupadas por diferentes formas y tamaños.
• Maceteros y lámparas de terracota.
• Accesorios de inspiración marroquí como farolillos o alfombras.
Plantas y otros

• Fuentes y albercas, para refrescar el espacio y crear un relajante sonido de fondo.
• Flores de colores vivos como el geranio o la buganvilla fucsia.
• Árboles frutales como olivos, naranjos, limoneros o parras, ofrecen fruta y sombra.
• Suculentas, ideales para los calurosos veranos mediterráneos, pues exigen poco mantenimiento y agua.
En general se trata de crear un ambiente agradable, fresco y lleno de color, con materiales y plantas resistentes al calor, bien protegido del sol y donde puedan llevarse a cabo multitud de tareas a lo largo de los calurosos días de verano.