Estos son los alimentos que siempre debes refrigerar...y los que no

No todos los alimentos necesitan ser refrigerados, pese a que muchas personas creen que sí

• Algunos productos pueden mantenerse a temperatura ambiente sin problemas
• No obstante, hay otros que una vez que han sido abiertos, necesitan estar en el frigorífico

En contra de lo que pueda pensar mucha gente, no todos los alimentos necesitan estar en el frigorífico para mantenerse en perfectas condiciones, con todas sus propiedades y nutrientes intactas, hasta el momento de su consumo. Algunos productos pueden mantenerse a temperatura ambiente sin problema, y hay otros que, una vez abiertos, necesitan estar refrigerados.

Es importante conocer cuáles deben estar refrigerados y cuáles no para que no se estropeen antes de tiempo

Es importante conocer cuáles deben estar refrigerados y cuáles no, para que no se estropeen antes de tiempo ni emitan olores desagradables que pueden ser absorvidos por otros alimentos. Precisamente la Administración de Alimentos y Drogas de EEUU (FDA por sus siglas en inglés) recomienda refrigerar o congelar los alimentos perecederos como la carne, aves, mariscos, huevos y otros productos básicos que no deben mantenerse a temperatura ambiente por más de dos horas.

Sin embargo, reconoce que hay otros alimentos que suelen guardarse en el frigorífico pero que no necesariamente deben estar ahí. Este es el listado de los productos que deben estar refrigerados y los que no, del que se hace eco el portal RPP:



Los que deben estar refrigerados:

-Huevos: según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) hay que refrigerarlos para prevenir el riesgo de infección de bacterias como la salmonella.

-Queso: la mayoría de quesos, especialmente los blandos, deben mantenerse refrigerados siempre.

-Leche de soja (después de abrirla): cuando está sellada no es necesario refrigerla, pero una vez abierta la leche de soja debe mantenerse en el frigorífico y debe ser consumida como mucho en cinco días.

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-Leche: refrigerar la leche es muy importante ya que evita el crecimiento de bacterias dañinas. De hecho la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) recomienda no mantener la leche fuera del frigorífico durante más de dos horas.

Huevos, leche, carne fresca y pescado siempre deben estar en el frigorífico

-Mermelada y salsas (después de abiertos): la mayoría de estos alimentos indican en su envase que deben ser refrigerados tras ser abiertos.

-Carne fresca y pescado: ambos alimentos deben congelarse siempre, separarlos de otros alimentos para evitar la contaminación cruzada.

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Y los que no:

-Tomates: cuando los tomates se guardan en el frigorífico pierden gran parte de su sabor ya que el aire frío les impide madurar y rompe las membranas celulares que le dan su sabor.

-Cebollas: refrigerar las cebollas sólo las ablandará y, debido al ambiente húmedo, aparecerá moho en ellas. Lo ideal es guardarlas en un lugar fresco y seco.

-Pan: si se guarda en el refrigerador se secará. Lo mejor es comprar el pan para el día y conservalo sellado en un lugar fresco.

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-Café: este producto no debe refrigerarse bajo ningún concepto porque perderá su sabor y absorverá los olores de otros alimentos.

-Miel: no es necesario refrigerar la miel porque se mantiene bien en ambientes frescos. Refrigerarla solo hará que se ponga dura.

-Aceite de oliva: el aceite de oliva se pondrá muy espeso en el frigorífico y no podrás usarlo cuando lo necesites. Lo ideal es mantenerlo en un lugar fresco y bien sellado.

-Ajo: refrigerar el ajo sólo hará que crezca moho en él.

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Y los alimentos que se pueden guardar o no en el frigorífico son...

El café y el aceite de oliva nunca deben refrigerarse: pierden sus cualidades y su sabor

-Mantequilla: el USDA recomienda refrigerarla si no se va a consumir en los próximos días, pero si su consumo es constante, puede estar fuera del frigorífico. Eso sí, debe estar bien cubierta para evitar que se llene de bacterias.

-Manzanas: esta fruta puede mantenerse en buen estado unos cinco días a temperatura ambiente, o más si están refrigeradas. Guardarlas o no en el frigorífico depende de tus hábitos de consumo.